Es importante que no dejes nunca los medicamentos que te han prescrito, a no ser que te lo aconseje el profesional sanitario responsable de tu atención. Dejar la medicación puede llevar a una recaída de los síntomas.
Muchas veces las familias de personas afectadas por un primer brote psicótico llegan al inicio del tratamiento muy desorientadas y agotadas. Nuestra tarea como profesionales es ayudarlas y orientarlas para que puedan afrontar de una manera eficaz el trastorno.
Si sospechas que tu amiga o amigo puede tener un trastorno psicótico, lo primero que tienes que hacer es evitar enfadarte, tenerle miedo o alejarte de él o ella. Muestra comprensión y escucha a la persona para poderla animar a pedir ayuda profesional.
Los episodios psicóticos pocas veces aparecen de repente. Normalmente, un episodio psicótico va precedido de cambios graduales y no específicos en los pensamientos, las percepciones, los comportamientos y el funcionamiento de la persona.
El primer paso que debe dar la familia ante una sospecha de un brote psicótico es conseguir una valoración diagnóstica y una propuesta de intervención por parte de un equipo especializado, en caso de confirmarse el diagnóstico.