Durante la adolescencia y juventud los grupos de iguales son los principales referentes y por lo tanto tienen un papel fundamental, en este sentido el hecho de contar con su apoyo favorece una buena evolución.

Algunas pautas para acompañar a nuestras amistades que estén en proceso de recuperación son:

• Mantener relaciones afectivas estrechas, coherentes y recíprocas.
• Prestar atención a la crítica, la sobreprotección y la hostilidad.
• Tener una comunicación clara sobre el trastorno y su gestión con las amistades más cercanas.
• Asumir que los procesos de recuperación necesitan su tiempo y no son lineales.
• Transmitir esperanza.
• Escuchar.
• Acompañar sin decidir por la otra persona.