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Facilitar el día a día a las personas con dificultades funcionales

La terapia ocupacional en personas con TEA y discapacidad intelectual
José Durán Salguedo

José Durán Salguero

Terapeuta ocupacional. Unidad hospitalaria especializada en discapacidad intelectual.
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
Terapia ocupacional

«¿Vosotros sois los que ayudáis a la gente a conseguir trabajo?»; «Mi vecina lleva a su hijo a un sitio donde juegan con él», «Tú eres el que entretiene a mi madre en la residencia, ¿no?». Los terapeutas ocupacionales seguro que hemos escuchado alguna de estas frases cuando se nos pregunta por nuestra profesión. Y nada más lejos de la realidad.   

Los terapeutas ocupacionales somos profesionales preparados para valorar, diagnosticar, identificar, prevenir y tratar problemas relacionados con la ocupación (autocuidado, productividad y ocio) de las personas, las familias o los grupos afectados por un problema de salud que interfiere directamente en su grado de autonomía. Es decir, la función del terapeuta ocupacional es facilitar que una persona con dificultades funcionales (físicas, cognitivas o emocionales) pueda participar en aquellas actividades cotidianas relevantes en su vida. 

Rescatem Afatrac

«Solo hay que prepararnos para que podamos tener nuestra propia voz y espacio»

Pero, ¿qué diferencia a un terapeuta ocupacional de otro profesional? El terapeuta ocupacional está especializado en el análisis exhaustivo de las actividades, desde los procesos cognitivos que inician una acción (¿qué quiero hacer?, ¿cómo lo voy hacer?, ¿qué resultado quiero obtener?), al movimiento de dicha acción (patrón de movimiento). De esta manera, podemos valorar qué problemática existe, qué aspectos debemos trabajar para obtener el mayor grado de autonomía posible y si es necesario incorporar algún soporte. 

La función del terapeuta ocupacional es facilitar que una persona con dificultades funcionales (físicas, cognitivas o emocionales) pueda participar en aquellas actividades cotidianas relevantes en su vida. 

Todo este reentrenamiento o rehabilitación se basa en una idea principal –que es la base de la terapia ocupacional–: la atención centrada en la persona (ACP), es decir, qué quiere el usuario y qué es importante para él. Así, cualquier intervención que hacemos está enfocada desde los intereses de la persona, que es a la vez una manera de conseguir un mayor vínculo con el tratamiento rehabilitador. Por eso, realizamos no sólo intervenciones físicas o psíquicas, sino también sociales, con actividades comunitarias.

La terapia ocupacional en personas con TEA

En la Unidad hospitalaria especializada en discapacidad intelectual del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, hemos adaptado los procesos de rehabilitación de las personas con TEA y diversidad funcional, que habitualmente cursan un trastorno de conducta. Para ello, con el equipo educativo, hemos llevado a cabo una readaptación del modelo educativo Teacch (modelo para mejorar el desarrollo social, comunicativo y de la conducta de los niños y niñas con TEA), con la intención de estructurar las actividades diarias de las personas con discapacidad intelectual.

Tratamiento TEA

Tratamientos basados en la evidencia para los trastornos del espectro del autismo

Esta estructura y orden diario permiten anticipar los acontecimientos que vendrán en un futuro cercano y mitigan la angustia que produce en las personas con TEA la incertidumbre a lo desconocido. De este modo, se genera un espacio (no tiene que ser exclusivamente físico) en el que pueden adaptarse mejor a ligeras variaciones, mejorando su flexibilidad y adaptabilidad y disminuyendo conductas disruptivas.

Desde la visión de la terapia ocupacional, identificamos aquellas habilidades e intereses que estas personas ya presentan, para usarlos como medio para desarrollar el aprendizaje de nuevas habilidades que mejoraran sus destrezas de ejecución, planificación y desempeño en otras áreas de su vida, extrapolando esos conocimientos a momentos y actividades diferentes.

La importancia del entorno de la persona atendida

Para la terapia ocupacional es importante ver al individuo como un ser holístico a quien influye de manera constante el entorno físico y social. A veces la autonomía de una persona no solo depende de sus habilidades o capacidades, sino de las oportunidades de explorarlas. Así, un edificio sin acceso a silla de ruedas o con puertas estrechas por donde no puede pasar; utensilios de cocina no adaptados; actividades de ocio poco flexibles para personas con diversidad funcional, etc., hacen que un individuo pierda autonomía.

Somos lo que hacemos y cuando se nos niega el «hacer» perdemos nuestro «ser».

En este sentido, otra de las funciones de los terapeutas ocupacionales es ofrecerles, con adaptaciones en caso de ser necesario, la oportunidad de participar en aquellas actividades que para la persona son importantes y que le confieren identidad, ya que, al fin y al cabo, somos lo que hacemos y cuando se nos niega el «hacer» perdemos nuestro «ser». Partiendo de esta premisa, trabajamos con las personas algunos aspectos que interfieren en el día a día, como por ejemplo la regulación emocional, la aceptación de la frustración, los tiempos de espera, la psicomotricidad fina y gruesa o las habilidades sociales, y lo ponemos en práctica en actividades en la comunidad. De este modo, tratamos de preparar a los usuarios para que puedan afrontar con la mayor autonomía todas las ocupaciones del día a día.

Nada de esto sería posible sin el trabajo colectivo de un equipo multidisciplinar, formado por diferentes profesionales (integradores sociales, educadores sociales, psicoterapeutas y terapeutas ocupacionales), que colaboramos y compartimos los conocimientos para garantizar que las personas que atendemos alcancen el bienestar en todos los niveles.