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La vuelta a la rutina después de un episodio psicótico

¿Cómo recuperar las actividades? ¿Cómo volver al trabajo? ¿Cómo puede ayudar el entorno?
Maria Aran
Maria Aran Herrera
Activista en salud mental. Coordinadora de proyectos
Federació Catalana d'Entitats de Salut Mental en 1ª Persona – VEUS
Carla López Alcázar
Carla López Alcázar
Psicopedagoga - Docente. Hospital de Día de Adolescentes de Granollers
Departament d'Educació. Generalitat de Catalunya
Volver a la rutina

La mayoría de las personas empiezan a recuperarse a las pocas semanas o meses de haber empezado el tratamiento después de un primer episodio psicótico. La mayoría de los síntomas entonces son menos intensos o, incluso, algunos suelen desaparecer. Eso hace que se sientan más capaces de afrontar su vida diaria. La vuelta a las rutinas diarias, como volver al trabajo o retomar actividades de ocio, pueden implicar ciertos retos para la persona. Pero, ¿qué puedo esperar de la vuelta a la rutina?, ¿todo será igual que antes?, ¿cómo gestiono las expectativas?

Es probable que inmediatamente después de un brote psicótico la persona no pueda retomar directamente todo lo que hacía antes, pero seguramente, poco a poco, podrá volver a hacer las cosas que le hacían sentir bien. Cada proceso de recuperación es diferente y necesita su tiempo, pero para poder gestionar bien las expectativas, es mejor ponerse objetivos o metas fáciles a corto plazo, para subir la autoestima, e irlas ampliando a medio y largo plazo. El objetivo es tener un proyecto de vida satisfactorio y que tenga sentido.

¿Qué es lo más difícil de la vuelta a la rutina?

Tras un episodio psicótico, hay algunos aspectos que hacen que la vuelta a la rutina no sea fácil:

  • Gran parte de la medicación antipsicótica tiene efectos secundarios (ralentiza el pensamiento, aplana emocionalmente, baja la libido, etc.), que no facilitan la vuelta a la rutina con normalidad.
  • Además, te puedes sentir mal por actos, palabras o incluso pensamientos desarrollados durante el brote que dificultan volver a relacionarse con las personas que tuvimos cerca durante la crisis.
  • Una vez la persona está diagnosticada, toca enfrentarse al estigma social y trabajar el autoestigma, es decir, que no nos creamos nosotros mismos los estereotipos que recaen sobre la salud mental (peligrosidad, incompetencia, inconstancia, impulsividad, etc.) sintiendo vergüenza, culpa, compadeciéndonos o autolimitándonos.

¿Qué nos puede ayudar en la recuperación?

En primer lugar, nos puede ir bien establecer una rutina diaria que nos guste, permitiéndonos una cierta flexibilidad, porque suele generar estabilidad y nos ayuda a organizar el día. Una rutina sana debería incluir tiempo para las actividades laborales y de ocio, con unas metas realistas, y unos buenos hábitos alimentarios y de sueño.

En esta rutina las relaciones sociales son muy beneficiosas, tanto para proporcionar apoyo como para dar sentido de pertenencia y arraigo y prevenir el aislamiento. También puede ser beneficioso realizar ejercicio físico o hacer alguna actividad que nos divierta, y mantener una dieta ordenada y equilibrada. Todos estos hábitos ayudarán a prevenir nuevos episodios psicóticos.

Una rutina sana debería incluir tiempo para las actividades laborales y de ocio, con unas metas realistas, y unos buenos hábitos alimentarios y de sueño.


El papel de la familia y de las amistades en la vuelta a la rutina

No es fácil acompañar a una persona querida en momentos de sufrimiento, pero hay algunas pautas que nos pueden ayudar:

  • Mantener relaciones familiares emocionales estrechas, coherentes y recíprocas.
  • Prestar atención a la crítica, la sobreprotección y la hostilidad.
  • Mantener una organización familiar clara (reglas, roles).
  • Mantener relaciones afectivas estrechas, coherentes y recíprocas.
  • Tener una comunicación clara sobre el trastorno y su gestión.
  • Asumir que los procesos de recuperación necesitan su tiempo y no son lineales.
  • Transmitir esperanza.
  • Escuchar.
  • Acompañar sin decidir por la otra persona.

El entorno también es clave en el proceso de recuperación de la confianza en uno mismo después de haber tenido un episodio psicótico. Es importante sentir que cuentas con personas de confianza en las que poder apoyarte y hablar sobre tus preocupaciones. Además, la identidad se construye en relación con los demás, así que es muy importante que el entorno cercano nos devuelva una imagen positiva de nosotros mismos, eso ayudará a subir la autoestima, en caso positivo, o a bajarla, en caso contrario. Cabe recordar que recuperar las riendas de tu proyecto de vida aumenta la autoestima y genera bienestar.

¿Cómo pueden detectar una posible recaída?

Las recaídas dependen de múltiples factores, la vida está llena de momentos difíciles o estresantes. Desde nuestro punto de vista, la persona más preparada para evitar las recaídas o minimizarlas es la que tiene el trastorno siendo consciente de su situación y manejándola para convivir con ello lo mejor posible. La sobreprotección o control externo no ayuda a que las personas con problemas de salud mental se hagan responsables de su propia vida.

Respecto a cómo saber si la persona está en crisis, hay diversas señales de alarma:
•    Dificultades para concentrarse.
•    Disminución del rendimiento académico (en la infancia y la adolescencia).
•    Impulsividad.
•    Alteraciones del pensamiento y de la percepción.
•    Pensamientos confusos.
•    Desconfianza hacia personas del entorno.
•    Cambios bruscos en el estado de ánimo.
•    Aislamiento social.
•    Somnolencia y problemas para dormir.
•    Falta de cuidado o higiene personal.
•    Ideas insólitas y excesivamente intensas.
•    Sentimientos extraños o ausencia de sentimientos.
•    Problemas para expresarse verbalmente.
•    Dificultades para distinguir la realidad de la fantasía.
•    Desorganización de la conducta.
•    Falta de energía, de motivación, de interés, etc., de manera extrema e involuntaria.

Volver al trabajo después de un episodio psicótico

A la hora de volver al trabajo, lo primero que debemos saber es que no hay ninguna disposición legal que te obligue a decir que has pasado por un brote psicótico. La decisión de contarlo o no es toda tuya. Lo importante es que cuando consideres si contar o no tu experiencia en este ámbito, lo hagas teniendo en cuenta los pros y contras que esta apertura puede conllevar, ya que es una experiencia que todavía está estigmatizada socialmente y, al contarlo, nos podemos exponer a más discriminaciones.

Pros:

  • Relacionarse con los demás desde la honestidad (no tener que esconderse o mentir).
  • Descubrir que, como tú, hay muchas más personas que han sufrido malestar psicológico.
  • La posibilidad de encontrar apoyos en el grupo.
  • Lograr adaptaciones razonables en el puesto de trabajo.

Contras:

La posibilidad de recibir discriminaciones varias: alejamiento, mobbing, relegación a tareas menores, degradación o despido alegando motivos distintos al problema de salud mental

Pero lo que debemos tener claro es que la mayoría de las personas con trastornos psicóticos están estables la mayor parte de su tiempo de vida, eso significa que su desempeño personal y laboral no tiene por qué estar afectado en nada. Las personas con un diagnóstico de psicosis que reciben el tratamiento adecuado pueden desarrollar el trabajo como cualquier otra persona sin ningún diagnóstico de salud mental. En algunos casos, la persona quizás se adaptará mejor a algunos tipos de trabajo que no supongan un estrés muy alto. 

La mayoría de las personas con trastornos psicóticos están estables la mayor parte de su tiempo de vida, eso significa que su desempeño personal y laboral no tiene por qué estar afectado en nada.

Ahora bien, si después del brote la persona no puedo seguir trabajando, es  importante identificar las actividades que la motivan más. Existen muchas opciones, a modo de ejemplo:

  • Cuidar las relaciones sociales, quedando con amistades o familiares.
  • Practicar aficiones
  • Practicar actividad física o deportes
  • El voluntariado
  • Realizar cursos

¿Dónde pueden ayudarme a recuperar mi ritmo diario?

Si después del episodio psicótico no me siento del todo segura de retomar todas mis actividades habituales, hay diferentes opciones que pueden ayudarte a recuperar rutinas poco a poco:

  • Contacta con asociaciones de personas con trastorno de salud mental, también llamadas de primera persona. Estas entidades a las que te puedes apuntar ofrecen actividades de ocio, culturales, de sensibilización, Grupos de Apoyo Mutuo (GAM), defensa de los derechos del colectivo, etc. Es un espacio dónde recuperar el ritmo diario sin sentirse juzgada.
  • Contacta o inscríbete en un Club Social. Puedes solicitarlo directamente o puedes consultar a tu profesional de referencia para que tramite una solicitud al club social.

Tanto en las asociaciones como en los clubs sociales pueden ofrecerte apoyo para realizar actividades de tu interés e ir, progresivamente, recuperando tu actividad previa.

 

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 18 de Julio de 2023
Última modificación: 16 de Febrero de 2024
Maria Aran

Maria Aran Herrera

Activista en salud mental. Coordinadora de proyectos
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Carla López Alcázar

Carla López Alcázar

Psicopedagoga - Docente. Hospital de Día de Adolescentes de Granollers
Departament d'Educació. Generalitat de Catalunya