- ¿Por qué las personas con psicosis tienen alucinaciones y delirios? ¿Les pasa a todas las personas?
- ¿Cuál es la diferencia entre los delirios, las alucinaciones y las paranoias?
- ¿Cómo pueden llegar a afectar en la vida de una persona?
- ¿Cómo puedo saber si lo que veo es real o no? ¿Podré controlarlo algún día?
- Normalmente las voces que oigo me causan mucho miedo y ansiedad. ¿Por qué siempre son voces negativas?
- Me dicen que podré vivir con la psicosis, pero ahora mismo lo veo difícil. ¿Se puede vivir con alucinaciones y delirios sin sufrir?
- ¿Cómo puedo prevenir una recaída?
- Si alguna vez he tenido algún pensamiento extraño o alguna alucinación, ¿quiere decir que puedo tener psicosis? ¿Cuándo me tengo que preocupar?
- Ahora me doy cuenta cuando empiezo a tener síntomas ¿Qué puedo hacer cuando lo noto?
- ¿Desaparecerán algún día los síntomas y me podré recuperar?
- ¿Por qué si me estoy medicando vuelven a aparecer los síntomas?
- Si noto que mi pareja empieza a tener síntomas de un episodio psicótico, ¿qué debo hacer?
- ¿Qué puedo hacer si mi hija piensa recurrentemente que le queremos hacer daño y eso hace que no se fíe de nosotros?
- A veces creo que mi hija es otra persona distinta desde que tuvo el primer episodio psicótico. ¿Qué puedo hacer para aceptarla e intentar ayudarla?
- ¿Qué podemos hacer cuando la persona nos habla mal y activa los síntomas psicóticos cuando no le damos la razón o cuando no obtiene lo que quiere?
A veces creo que mi hija es otra persona distinta desde que tuvo el primer episodio psicótico. ¿Qué puedo hacer para aceptarla e intentar ayudarla?
Cuando una persona experimenta un trastorno psicótico, el malestar también suele afectar a las personas de su entorno. Es muy frecuente que estas personas tengan muchas dudas sobre cómo actuar, sentimientos de frustración, culpa o miedo hacia el futuro. Hay grupos de familiares de personas con psicosis que pueden ayudar a manejar estas emociones y a encontrar maneras de cuidarse y de cuidar a los familiares con psicosis.
Ante todo, agradecerte tu sinceridad. Ser sincera contigo misma ayuda a que no proyectes tu frustración, temores o incertidumbres sobre tu hija. Comentar que tu hija también está viviendo un duelo, siente que ha perdido el tren de su vida. Sus amigos siguen estudiando, sus primeros trabajos, sus primeras relaciones formales, y ella se ha quedado parada. Es tan doloroso, que ni siquiera lo puede verbalizar, ni ponerle nombre. Por ello, es importante remarcar que su vida no termina aquí, que el futuro nadie lo sabe. Un fuerte abrazo a ambas.