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Factores que elevan el riesgo de tener una psicosis

La aparición de un trastorno psicótico es multicausal
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Área de Salud Mental. Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Factores de riesgo de la psicosis

Los niños y adolescentes con trastornos psicóticos representan un 0,3 % de la población infantil y juvenil, llegando a ser el 1 % de la población total al llegar a la edad adulta. A pesar de que la incidencia del trastorno no es equiparable a la de otros trastornos más frecuentes, la gravedad de esta enfermedad y el riesgo de cronicidad es tan elevada que en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS 2004) sitúa la esquizofrenia en el noveno lugar de las enfermedades que más carga de discapacidad asociada implican, siendo uno de los trastornos mentales que suponen más sufrimiento tanto psicológico (individual y familiar), como social.

Las causas de estos trastornos son a día de hoy desconocidas. Si bien es cierto que, dentro del conjunto de las psicosis, sí hay dos grupos que manifiestan causas conocidas (las psicosis inducidas por tóxicos y las psicosis debidas a afecciones médicas), el grupo de psicosis idiopáticas, tal y como su nombre indica, no se conoce la causa. En este sentido, hay varias hipótesis explicativas:

  • Hipótesis biologicistas.
    Son aquellas que se basan en factores biológicos y genéticos para describir las causas de la enfermedad. En este sentido se han llevado a cabo muchos estudios en el campo genético de la enfermedad. Estos estudios por un lado se basan en la determinación de la carga genética que traspasamos a nuestra descendencia. Así, con la realización de estudios de hijos de pacientes que sufren un trastorno psicótico se ha identificado un elevado grado de carga genética (hasta un 80 % de heredabilidad de la enfermedad). Por otra parte, más actualmente, hay varios estudios genéticos que intentan identificar genes específicos que sean causantes de la enfermedad. En este sentido, se han identificado varios genes, pero hasta el momento, ninguno de los estudios muestra resultados concluyentes como para mostrar un gen específico como causante único de la enfermedad.
  • Hipótesis neurobiológicas.
    Estas hipótesis se basan principalmente en un mal funcionamiento de factores neuronales (mecanismos cerebrales) como causantes de la enfermedad. En este campo, se realizan estudios de tamaño cerebral, tamaño de estructuras dentro del cerebro, mecanismos de funcionamiento cerebral, etc. Hasta ahora, no se ha detectado un mecanismo concreto que sea el causante de la enfermedad, pero sí muchos indicadores y factores comunes dentro de este campo.
  • Hipótesis ambientales.
    Estas hipótesis identifican factores ambientales tales como el estrés, los acontecimientos vitales estresantes, lugar donde vivimos (ambiente rural o urbano), etc. como causantes de estas enfermedades. En este sentido, tampoco se ha detectado un único indicador ambiental como desencadenante de los trastornos psicóticos.

Los investigadores determinan que las causas de estos trastornos, si bien no son comunes ni hay una única causa como puede haber en otras enfermedades, son un conjunto de factores. Por ello, las hipótesis que más fuerza reciben a la hora de explicar estas enfermedades son aquellas biopsicosociales, es decir, que se basan en el entendimiento de múltiples causas como determinantes de la enfermedad.

Si bien es cierto que hasta ahora no tenemos una única causa que nos explique cómo se origina el trastorno, la investigación a lo largo de los años con las hipótesis antes mencionadas ha supuesto el conocimiento de varios factores que conllevan que una persona tenga más riesgo de sufrir una enfermedad psicótica.

Factores de riesgo de la psicosis:

  • Historia familiar de trastorno psicótico.
    Este campo ha sido estudiado sobre todo en el ámbito de la esquizofrenia, pero también en otros trastornos psicóticos. En este sentido, la ciencia ha evidenciado que tener un progenitor que sufra la enfermedad, aumenta el riesgo de padecerla en un 80 %.
  • Estrés.
    Es una de las causantes o contribuyentes en el desarrollo de varias enfermedades mentales. En el caso de los trastornos psicóticos, se ha evidenciado como la presencia de experiencias estresantes a lo largo de la vida pueden interaccionar con otros factores biológicos de susceptibilidad y contribuir incrementando el riesgo a desarrollar un trastorno psicótico.
  • Consumo de tóxicos.
    El consumo de drogas como el cannabis y la cocaína se ha mostrado como un factor de riesgo en la literatura científica. Tanto el consumo de tóxicos como los acontecimientos estresantes negativos se han vinculado a un mayor riesgo de padecer sintomatología psicótica en niños y adolescentes, así como de que la sintomatología se mantenga.
  • Clima familiar.
    Dentro de los acontecimientos vitales estresantes uno de los factores estudiados científicamente es el clima familiar. Desde la escuela psicológica sistémica, que se ocupa del estudio de las relaciones familiares e interpersonales, se ha estudiado el concepto emoción expresada. La emoción expresada se define como los estilos comunicativos que se dan en las familias y se describen cinco tipos de estilos comunicativos, tres negativos y dos positivos: comentarios críticos (crítica), hostilidad, sobreimplicación, calidez y afecto. En el campo de la esquizofrenia diversos estudios de investigación han vinculado las recaídas de los enfermos de esquizofrenia con la presencia de elevados niveles de los estilos comunicativos de crítica, hostilidad y sobreimplicación.
  • Presencia de síntomas psicóticos atenuados y experiencias psicóticas.
    En la actualidad cada vez existe más evidencia de que la presencia de síntomas psicóticos positivos de forma atenuada o breves aumentan el riesgo de sufrir un trastorno psicótico en fases más tardías de la vida.
  • Adherencia al tratamiento.
    Acudir a consulta y seguir la pauta de tratamiento que indica el psiquiatra es un factor protector y de buen pronóstico.

La importancia de la detección precoz en la psicosis

Varios estudios han mostrado que la detección precoz de estos trastornos es un factor muy importante en el curso que seguirán los pacientes con diagnóstico de trastorno psicótico. Se ha evidenciado que el tiempo que transcurre entre la presencia de los primeros síntomas y el inicio del tratamiento, lo que se conoce como el tiempo de psicosis no tratada, es un factor implicado en la evolución de la enfermedad. Así, cuanto más corto es este tiempo, mejor pronóstico pueden presentar las personas con diagnóstico de psicosis.

En este sentido, y teniendo en cuenta los factores de riesgo estudiados a lo largo del tiempo, en las últimas décadas se han iniciado esfuerzos en la detección a fases previas al desarrollo de los síntomas psicóticos. Varios grupos de investigación en todo el mundo estudian todos aquellos pacientes en riesgo de sufrir una enfermedad con el objetivo de realizar prevención.

Las personas en riesgo se identifican por el momento con criterios clínicos basados en la presencia de síntomas del tipo psicótico, pero de una forma leve o atenuada. Hablamos de síntomas psicóticos atenuados cuando una persona presenta síntomas del tipo delirios, pero todavía es capaz de dudar si son verídicos o no, o cuando una persona tiene percepciones que le hacen dudar si son reales o no. Aunque este todavía es un campo en estudio, la especialización de los servicios de detección precoz está dando resultados esperanzadores y sobre todo, está contribuyendo a la disminución del tiempo de psicosis no tratada. Debido a todos los resultados positivos que se están observando, se considera de elevada importancia la realización de un diagnóstico precoz de estas enfermedades.

Este es un artículo original del 12º Informe FAROS «Una mirada a la salud mental de los adolescentes - Claves para comprenderlos y acompañarlos».

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 19 de Abril de 2022
Última modificación: 19 de Abril de 2022
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