¿Cómo hacer que una empresa sea neuroinclusiva?

La aceptación de la neurodiversidad es un gran logro para conseguir el objetivo de considerar a una empresa como «empresa neuroinclusiva», con todos los beneficios que esto conlleva. Las empresas deben ofrecer ajustes o adaptaciones razonables para que las personas con discapacidad o neurodivergentes trabajen en igualdad de condiciones que cualquier otra persona empleada; pero a menudo desconocen incluso qué es un ajuste razonable y no suelen tener una guía clara sobre cómo aplicar estos cambios en el puesto de trabajo. Muchas veces se trata  de pequeñas modificaciones, por ejemplo, en los estímulos sonoros o luminosos, en la flexibilidad de los horarios o en aspectos de comunicación, como dar las instrucciones pertinentes, o en reducir la interacción social. En definitiva, suelen ser ajustes que no suponen una gran inversión, al contrario, prácticamente son gratuitos o de muy bajo coste.

Dificultades de las personas autistas en el ámbito laboral

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En el caso del autismo, aún teniendo información sobre el trastorno, las empresas a menudo tienen poca confianza en apoyar a las personas autistas y no saben a qué recursos acudir para hacerlo. Los ajustes en el trabajo son muy diferentes, ya que cada persona tiene unas necesidades específicas, pero la mayoría de veces no se aplican. Esto implica una importante barrera para que estas personas puedan acceder a un puesto de trabajo y para que lo puedan mantener en caso de haberlo conseguido. 

A estos problemas hay que añadir las dificultades de los trabajadores con TEA para relacionarse con sus compañeros, pero también el desconocimiento que existe sobre el trastorno, que hace que, incluso, los compañeros tengan dudas de cómo deben dirigirse a ellos.

Beneficios de adaptar el entorno laboral

Los ajustes razonables son medidas que se toman para adaptar el entorno laboral a las necesidades de los empleados con discapacidad, garantizando así la igualdad de oportunidades y el pleno desempeño de sus capacidades.

Su puesta en marcha en la empresa implica:

• Beneficios para los empleados: Los ajustes razonables son cambios en el trabajo con un impacto positivo sobre el bienestar y el rendimiento de los empleados. Ayudan a las personas a superar las barreras y a hacer sus tareas eficazmente, asegurando la igualdad de oportunidades.
• Ningún perjuicio para la organización: Estas medidas no deben suponer problemas ni costes excesivos para la empresa y deben ser de fácil aplicación. Se trata de encontrar un equilibrio entre apoyar a los empleados y mantener la eficiencia de la organización.
• Accesibilidad para todos: Los ajustes razonables deben estar al alcance de todos los empleados, garantizando un trato justo y permitiendo que cada uno trabaje al máximo de sus capacidades.
• Personalización: La naturaleza y el alcance de los ajustes razonables pueden depender de cada persona. Deben ser determinados mediante diálogos abiertos entre empresa y empleados, y diseñados teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada persona; son individualizados.
• Comprensión del trastorno del espectro autista: La formación sobre el autismo es uno de los ajustes más importantes, porque ayudará a toda la plantilla a apoyar a los empleados con autismo: «Si todos entienden el problema, todos pueden ayudar». La falta de comprensión y conocimiento puede llegar a convertirse en acoso. Son convenientes las charlas y debates entre persona empleadas y personas directivas sobre las fortalezas, las necesidades y el apoyo posible.

Ofrecer tranquilidad y horarios flexibles es importante cuando los empleados tienen ansiedad o estrés; y disponer de un espacio físico que los ayude a relajarse es muy beneficioso, sobre todo para las personas autistas.

• Cambios en el entorno laboral: Los cambios en el trabajo suelen ser muy útiles, porque un entorno estresante puede complicar mucho la labor de un trabajador con autismo. Puede tratarse de cambios en la comunicación sobre las actividades que debe realizar para entender los encargos correctamente. O pueden realizarse adaptaciones sobre el lugar de trabajo, como las luces parpadeantes o brillantes que le impiden concentrarse, así como el ruido y el bullicio que puede eliminarse con el uso de auriculares. 
• Dar apoyo flexible ante la ansiedad, el estrés y las situaciones de crisis: Dar tranquilidad y horarios flexibles es importante cuando los empleados tienen ansiedad o estrés; disponer de un espacio físico que les ayude a relajarse es muy beneficioso para toda la plantilla, en especial para las personas autistas. En ocasiones, intentan disimular y no expresar que están estresados por no molestar o porque piensan que van a ser excluidos. Por ello, es importante tener una buena comprensión de la persona y la capacidad de poder identificar cuándo está en una situación que le resulta estresante.
• Elegir opciones de apoyo sencillas: Pocas personas gerentes piensan en la práctica de los ajustes y en los beneficios que pueden aportar a la empresa, teniendo en cuenta que la mayoría de estos ajustes se pueden implementar sin coste extra: dejar claras las expectativas, dar instrucciones escritas y ordenadas, cambiar el entorno y dar formación sobre el trastorno del espectro autista.
• Contemplar los aspectos inmutables e incontrolables del trabajo: Los ajustes más difíciles de hacer son los que tienen que ver con aspectos que no se pueden cambiar fácilmente, como las rutinas diarias de todo el trabajo y las demandas «impredecibles, inesperadas o nuevas» que cambian el horario planeado. También son difíciles de cambiar las rutinas en trabajos con horarios fijos y ambientes «ocupados y ruidosos».

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¿Cómo implementar los ajustes razonables en el lugar de trabajo?

Algunos consejos para implementar ajustes razonables que faciliten el trabajo a las personas con alguna discapacidad, entre las cuales las personas neurodivergentes, son:

• Identificar las barreras que dificultan el acceso, la participación y la productividad de los empleados con discapacidad, primero, y después buscar soluciones para eliminarlas o minimizarlas.
• Consultar con los empleados sobre sus necesidades y preferencias. Ofrecerles opciones de ajustes que se adapten a su situación y necesidades individuales.
• Proporcionar los recursos necesarios para realizar los ajustes razonables, como equipos materiales, personal de apoyo, formación, etc.
• Evaluar la efectividad de los ajustes y realizar los cambios o mejoras necesarios para asegurar su adecuación y funcionamiento.
• Sensibilizar y capacitar al resto de los empleados sobre el valor de la diversidad y la importancia de los ajustes razonables para fomentar una cultura inclusiva y respetuosa.
• Procurar que haya equidad para todos: por ejemplo, si facilitamos las preguntas de la entrevista previamente a las personas con algún problema, los compañeros pueden pensar que es injusto para otros candidatos. Así que es recomendable hacerlo igual para todos.
• Saber si los compañeros tienen el apoyo que necesitan: Establecer indicadores de bienestar en el trabajo puede ayudar a identificar a los empleados que necesitan más apoyo, para conseguir que estén integrados, capacitados y cómodos y evitar su aislamiento. Es posible que se sepa que un compañero de trabajo es autista, pero no es fácil conocer si tiene los apoyos necesarios. Además, la divulgación de su condición es una cuestión y decisión muy personal, la mayoría no se sienten cómodos al comunicar sus necesidades y dificultades, por lo que resulta complicado saber si reciben el apoyo que necesitan.
• Establecer revisiones periódicas: Deben existir procedimientos formales para conocer cualitativa y cuantitativamente el bienestar de los empleados. Las revisiones periódicas son necesarias para poder evaluar si los ajustes son correctos, necesarios y productivos.
• Ofrecer recursos para apoyar a los trabajadores neurodivergentes: Existen recursos para apoyarlos, entidades y organizaciones benéficas, locales y nacionales, que favorecen el conocimiento, la comprensión y aceptación de la neurodiversidad por parte de la sociedad.
• Cuidar y medir los efectos del teletrabajo. El impacto del teletrabajo en los trabajadores con autismo suele ser contradictorio: por un lado, se benefician de poder controlar su entorno laboral, les aporta seguridad y tranquilidad, les ayuda a gestionar mejor las interacciones sociales, las demandas sensoriales, facilita la concentración en su tarea, etc. Por contra, dificulta su interacción y comunicación con sus compañeros y los relega al aislamiento social, una de las mayores dificultades a las que se enfrentan. Además, la comunicación virtual les supone un reto complicado de superar.

Antoni Calvo López

Director

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Algunos ajustes razonables para personas autistas

Para los trabajadores con autismo los ajustes razonables más importantes son muy sencillos de aceptar y poner en práctica desde la empresa. Algunos de estos ajustes pueden ser:

• Adaptar la luz y controlar los estímulos sonoros del entorno.
• Disponer de horarios flexibles.
• Recibir instrucciones y expectativas claras.
• Facilitar su relajación en situaciones de estrés y ansiedad.
• Flexibilidad en viajes laborales.

Además, hay muchos cambios posibles en el ambiente y entorno, gracias a estudios de neuroarquitectura, que ayudan a controlar las emociones, conseguir un estado de bienestar, interconectando arquitectura y psicología.

Algunos ajustes razonables para personas autistas son tan sencillos como adaptar los estímulos sonoros y lumínicos, flexibilizar los horarios, dar instrucciones claras y facilitar un espacio para relajarse en situaciones estresantes.

Con los ajustes básicos, algunas empresas se dan cuenta de que contratar personas con TEA no es negativo y entienden las posibles ventajas de la participación de empleados autistas en su organización. Estos cambios no solo van dirigidas a los empleados con autismo, sino a todos los trabajadores, y la organización se convierte en una empresa inclusiva.

Los ajustes razonables son posibles, prácticos y necesarios para la integración de una persona con trastorno del espectro autista en un puesto de trabajo. En ocasiones, las empresas disponen de manuales de buenas prácticas y guías de apoyo, pero no siempre se utilizan y se ponen en marcha. Implementar estas medidas hace que las personas autistas trabajen correctamente y con el máximo rendimiento, pero, además, no son costosos ni complicados y son beneficiosos para todos los trabajadores y trabajadoras.