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Recaídas en los trastornos psicóticos

La remisión hace referencia a la desaparición gradual de los síntomas psicóticos después de un episodio psicótico. Cuando los síntomas vuelven a aparecer o hay un empeoramiento, decimos que se ha iniciado una recaída.

Una recaída puede ocurrir en cualquier momento, pero es más frecuente que se produzca durante los dos primeros años. La mayoría de las personas, tres de cada cinco, tendrán alguna recaída en algún momento. A pesar de eso, es importante destacar que, entre recaída y recaída, la persona puede encontrarse bien y llevar una vida totalmente normal.

Hay algunas cosas que se pueden hacer para prevenir una recaída:

  • Tomar la medicación antipsicótica de manera regular.
  • Aprender a reducir y gestionar el estrés. Es fundamental pedir ayuda al equipo asistencial para elaborar un plan personalizado.
  • Pasar más tiempo y relacionarte con personas con las que te sientas a gusto y feliz.
  • Evitar consumir drogas como el cannabis, el éxtasis, el LSD,etc.
  • Mantenerse activo. Hacer ejercicio físico y actividades que sean agradables y te aporten un significado
  • Elaborar un plan de prevención de recaídas. Pide ayuda al equipo asistencial para hacerlo.

¿Cuáles son los síntomas de alarma en las recaídas?

Unos días o incluso unas semanas antes de que vuelvan a aparecer los síntomas de la psicosis (alucinaciones, ideas delirantes, etc.), tienen lugar algunas señales o síntomas de alarma.

Algunas de las señales de alarma más habituales son:

  • Sentirse más tenso, con más miedo o estar ansioso.
  • Tener los pensamientos más acelerados (muchos pensamientos a la vez, no poder concentrarse en una cosa).
  • Estar más callado y aislarse.
  • Sentirse bajo de ánimos, con menos ganas de hacer cosas o estar más irritable.
  • Estar más cansado.
  • Tener sensaciones extrañas que me hacen estar confundido.
  • Tener poca hambre, perder peso.
  • Olvidos frecuentes.
  • No tener sueño de forma repentina.
  • Descuidar el aspecto físico.

Cada persona tiene sus propios síntomas de alarma y los tiene en distinto orden. Puede ser útil elaborar tu perfil de recaída conjuntamente con una persona de tu equipo asistencial. Normalmente, eso se hace recordando el último episodio que has tenido e identificando cuáles fueron las primeras señales de alarma, ya que cuando se produce una recaída es frecuente que los síntomas sean muy similares a los que se produjeron durante el primer episodio.

¿Qué es un plan de prevención de recaídas?

Una vez has indicado tus síntomas de alarma, es importante que participes en la elaboración del plan de acción conjuntamente con tus referentes clínicos y con la participación de la familia. Eso permitirá que tengas más control sobre las recaídas y, incluso, prevenir que aparezcan. Si a pesar de esto recaes, eso no significa que hayas fracasado. Utilizar el plan de prevención de recaídas a menudo puede ayudar a que las recaídas sean más cortas o interfieran menos en tu vida.

Es muy importante que el plan de prevención de recaídas sea individualizado y debe incluir tanto estrategias psicológicas, como tratamientos farmacológicos.

¿Qué pasa si creo que estoy teniendo síntomas tempranos de alarma o de recaída? 

Si consideras que presentas síntomas tempranos de alarma, no tengas miedo. Coge tu plan de prevención de recaídas y mira si los síntomas que presentas son similares a los que allí constan. Si es así, sigue las instrucciones que pensaste conjuntamente con el equipo asistencial y tu familia. Si no estás seguro o estás muy preocupado, cuéntaselo a alguna persona de tu equipo asistencial o algún familiar que haya participado en el plan de recaídas. No pases por alto los síntomas de alarma ni dejes que desaparezcan solos.