Síntomas de la psicosis
La psicosis constituye un estado mental caracterizado por una escisión o pérdida de contacto con la realidad (Organización Mundial de la Salud, 1992). Además, también están presentes otra serie de síntomas más específicos que interfieren en el funcionamiento diario de la persona, que alteran su comportamiento y que requieren ayuda médica (Volkmar, 1996).
Los principales síntomas clínicos de los trastornos psicóticos, según la descripción del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, 2013), son:
- Alucinaciones: son percepciones imaginarias que tienen lugar sin la presencia de ningún estímulo externo. Son involuntarias y se viven intensamente, generando una fuerte ansiedad en el individuo. Las persones pueden oír, sentir, oler o ver coses que no están presentes. Las alucinaciones más frecuentes son las auditivas.
- Delirios: son creencias falsas, fijas, vividas con convicción y que no se modifican con la argumentación lógica. Su contenido puede ser muy diverso. Los más comunes son los delirios de persecución y referenciales.
- Pensamiento desorganizado: es la pérdida de las asociaciones lógicas en el pensamiento, de la relación entre las ideas. La persona afectada puede saltar de un tema a otro o incluso puede perder el hilo en su discurso y que resulte incomprensible.
- Comportamientos o movimientos motores muy desorganizados o anómalos (incluida la catatonia): diferentes conductas motoras o movimientos sin sentido que dificultan la actividad diaria de la persona. La persona se puede volver extremadamente activa o, al contrario, quedarse sin hacer nada en todo el día.
- Síntomas negativos: son aquellos que nos indican un empobrecimiento de la personalidad de la persona, afectando a su estado anímico y a sus relaciones sociales. Entre los síntomas negativos más predominantes encontramos la expresión emotiva disminuida, el retraimiento social, la falta de energía para hacer las cosas (abulia), la falta de placer al hacer las coasa que agradan (anhedonia) y la indiferencia emocional.
Además de los síntomas mencionados, también pueden estar presentes otros síntomas en la psicosis, como los síntomas cognitivos (dificultad en la concentración, lentitud en el procesamiento, fallos de memoria..) y los síntomas afectivos, como la depresión y la ansiedad.
Todos estos síntomas no siempre son estables, pueden variar en la propia persona y entre una persona u otra, tanto en el inicio como en el curso del trastorno, y en su duración, haciendo que haya una gran variabilidad inter e intraindividual (Heckers et al., 2013).
En primera persona
«Empecé a escuchar voces en la televisión, en los anuncios, en Internet...Un seguimiento por Internet, espías...todo estaba relacionado conmigo».
Primeras señales de alarma
Pero la psicosis no siempre es fácil de detectar. Antes de que los síntomas psicóticos aparezcan, pueden tener lugar otros síntomas más inespecíficos o señales de alarma, que pueden ocurrir unos días o incluso unas semanas antes.
Algunas de las señales de alarma más habituales son las siguientes:
- Sentirse más tenso, con más miedo o estar más ansioso.
- Aceleración de los pensamientos: tener muchos pensamientos a la vez, no poder concentrarse en una sola cosa.
- Estar más callado y aislarse.
- Sentirse bajo de ánimos, con menos ganas de hacer cosas o estar más irritable.
- Estar más cansado.
- Tener sensaciones extrañas que me hacen estar confundido.
- Tener poca hambre, perder peso.
- Tener olvidos frecuentes.
- No tener sueño de repente.
- Descuidar el aspecto físico.
La detección y el tratamiento en las fases iniciales del trastorno son fundamentales para la recuperación de las personas afectadas. Por eso es muy importante consultar con un profesional en el momento que estos síntomas alteren la actividad diaria o causen malestar.